Bautismo
Amar como Cristo
Los cristianos tratamos de hacer las cosas como las hizo Jesús. También debemos vivir nuestro Bautismo como Jesús vivió el suyo.
El Bautismo de Jesús
En aquellos días, llegó Jesús desde Nazaret y su primo Juan lo bautizo en el río Jordán. Cuando salió del agua, el cielo comenzó a brillar. Entonces el Espíritu Santo bajó del cielo en forma de paloma y se oyó la voz de Dios padre que decía: “Tu eres mi Hijo amado, mi elegido”.
Marcos 1, 9-11
Somos los Hijos de Dios
El sacramento de Bautismo es muy importante, es el fundamento de toda nuestra vida cristiana.
El Bautismo tiene varios efectos en nosotros: Nos purifica de todos los pecados, nos hace hijos adoptivos de Dios, miembros de Cristo, coherederos de su Reino, templos del Espíritu Santo y pasamos a ser miembros de la iglesia.
Todos los bautizados somos hijos de Dios, sin importar la raza o el color.
Todos los hijos de Dios somo iguales; muy valiosos y tenemos la misma dignidad. El bautismo nos hace a todos hermanos.
¿Qué significa ser hijos de Dios?
Significa que podemos dirigirnos a Dios con toda la confianza de un hijo a su Padre. Nos hace sentirnos profundamente amados por nuestro Padre.
Ser hijos de Dios nos da dos compromisos: Esforzarnos para vivir como verdaderos hijos de Dios y amar a todos sus hijos, que son nuestros hermanos.